Tarta de café: receta fácil y rápida para cualquier ocasión

Cómo hacer una tarta de café sin complicaciones

• Para la base de la tarta, triturar las galletas hasta que queden hechas polvo, sin trozos grandes.
• Derretir la mantequilla en el microondas o en una cazuela, sin dejar que se queme.
• Poner en un bol las galletas trituradas, el café en polvo y el azúcar. Verter la mantequilla derretida aún caliente y mezclar hasta obtener una pasta homogénea.
• Cubrir la superficie de un molde y un centímetro de altura de los bordes con la pasta de galletas. Meter en la nevera para que esta base de la tarta endurezca.
• Mezclar en un bol el azúcar glas, queso mascarpone y el queso crema. Añadir un chorrito de brandy. Reservar.

Decoraciones sencillas para una tarta de café espectacular

• Disolver la mitad de la gelatina en el café caliente y unir con la mezcla de quesos y azúcar hasta que quede homogéneo. Sacar el molde de la nevera. Esparcir en el fondo la mezcla de quesos y café. Refrigerar 30 minutos.
• Poner en una olla una taza de agua caliente, el resto de la gelatina y la miel. Dejar hervir. Enfriar un poco y cubrir, con esta deliciosa salsa de miel, la tarta sobre la mezcla de quesos.
• También puede cubrirse la tarta con una capa de ganache de chocolate. Incluso puedes hacer un glaseado de nata y cubrir con él la tarta entera.
• Dejar enfriar en la nevera durante al menos cinco o seis horas. Desmoldar y servir fría. Decorar con hilos de miel y polvo de café. 

Información nutricional: 4515 kcal en total

Tipo de cocina: Mediterránea

Tipo de comida: Postres

Trucos para intensificar el sabor del café en tu tarta

• El café es un ingrediente versátil y delicioso que puede aportar un toque especial a muchas recetas de repostería. Si quieres que el sabor del café en tu tarta sea más intenso y aromático, hay varios trucos que puedes aplicar para potenciarlo sin que se pierda entre los demás ingredientes.
• Usa café fuerte o espresso. El primer paso para lograr un sabor intenso es elegir un café concentrado. En lugar de café filtrado o instantáneo, opta por un espresso o un café bien cargado. Esto aportará más profundidad sin necesidad de añadir grandes cantidades de líquido, lo que podría afectar la textura de la tarta.
• Para un sabor más pronunciado, puedes añadir café instantáneo en polvo o café soluble a la mezcla de la tarta. Disolverlo en un poco de líquido caliente antes de incorporarlo ayuda a potenciar su sabor sin que queden grumos.
• Otro truco es infusionar la leche o la nata con café molido antes de añadirla a la masa. Para hacerlo, calienta la leche con café molido y deja reposar unos minutos antes de colarla. Así, el sabor del café quedará impregnado en la tarta de manera sutil pero intensa.
• Añade un toque de cacao o chocolate negro. El café y el chocolate son una combinación perfecta. Añadir cacao en polvo o trozos de chocolate negro intensifica el sabor del café y aporta un matiz más profundo y equilibrado a la tarta.
• Licor de café o extracto de café. Si quieres un extra de intensidad, unas gotas de licor de café (como Kahlúa o Tía María) o extracto de café pueden hacer una gran diferencia sin alterar la textura de la tarta.

Con estos trucos, conseguirás que tu tarta tenga un delicioso y marcado sabor a café, ideal para los amantes de esta bebida.

Cómo conservar la tarta de café para que mantenga su frescura

Conservar una tarta de café de manera adecuada evita que se reseque, pierda su aroma o se endurezca prematuramente. A continuación, te compartimos los mejores consejos para mantener su frescura.

• Deja que la tarta se enfríe por completo. Antes de guardarla, asegúrate de que la tarta esté completamente fría. Si la almacenas aún caliente, la humedad se condensará en el recipiente y podría afectar su textura o incluso provocar moho.
• Usa un recipiente hermético. Para conservar la frescura, guarda la tarta en un recipiente hermético. Esto evita que el aire la reseque y que absorba olores de otros alimentos en la nevera. Si la tarta tiene crema o glaseado, colócala en un recipiente alto para no dañar la cobertura.
• Conservación a temperatura ambiente. Si la tarta no tiene ingredientes perecederos como crema o nata, puedes mantenerla a temperatura ambiente durante 1 a 2 días. Envuélvela en film transparente o guárdala en una campana de repostería para protegerla del aire.
• Refrigeración para mayor duración. Si la tarta tiene rellenos o coberturas de crema, nata o queso, es imprescindible refrigerarla. Colócala en un recipiente hermético y guárdala en la parte menos fría de la nevera. Así, se mantendrá fresca hasta 5 días.